Los Fomori (Fomore en singular) son una raza de gigantes inmortales que antes gobernaban Irlanda. Cuando los Tuatha se hicieron con el poder, expulsaron a los Fomori a un pequeño lugar del mundo Moure. Los Fomori han estado en el exilio durante miles de años, esperando su momento hasta que tengan la oportunidad de recuperar su hogar ancestral.

Aunque al principio podían vivir en paz fuera del inframundo, los humanos comenzaron a cazar y matar Fomori como una prueba de valentía, comparándolos no con personas, sino con simples monstruos debido a su apariencia terrorífica y su habilidad para regenerarse.

En respuesta a esa caza, los Fomori se convirtieron en una raza furiosa, violenta y canibal. Su rey permite que sus súbditos coman sus extremidades para subsistir. Este comportamiento vulgar provocó que los Moures los desprecien y los traten como ciudadanos de segunda.

Los semi-Fomori, los hijos mortales nacidos de un Fomore y un humano, son poco comunes, pero tienen una mayor aceptación que sus horripilantes parientes. Las milicias y los grupos de mercenarios aceptan a menudo Fomori para tener figuras imponentes dentro de sus filas.

Los Moures son una raza inmortal de piel oscura, ojos dorados y una gran afición por las actividades intelectuales y las magias basadas en el destino. Después de muchos siglos viviendo entre los humanos y otros habitantes de la superficie, la mayoría de los Moures se han cansado de los asuntos mortales y han desarrollado comunidades prósperas en el inframundo y las Médulas.

Es un pueblo elegante y sabio que ha aprendido a valorar las relaciones personales estrechas y los productos de buena calidad. Convertirte en amigo de un Moure es realmente complicado, especialmente si eres un mortal, pero una

vez que te hayan aceptado como amistad (o como amante), te apoyarán de por vida.

Los artesanos Moures tienen todo el tiempo del mundo para asegurarse de que sus fabricaciones son perfectas, por lo que muchos de los mejores objetos del juego los encontrarás a la venta en sus tiendas. Pero tendrá un alto coste. Su alto nivel de vida es complicado de mantener, especialmente cuando tienes que hacerlo para siempre. Así que, si intentas engañar a un Moure… Experimentarás severas consecuencias.

Parte humano, parte lobo: en el mundo de The Waylanders, en lugar de transformarse de un humano común a un monstruo durante la luna llena, los licántropos mantienen su apariencia feroz en todo momento. No pueden convertirse en lobos. Han nacido así. Todos los licántropos son descendientes del Tuatha lupino, Lug. Aunque, a diferencia de los Tuatha tradicionales, los licántropos son mortales. Algunos parecen casi completamente humanos, pero con más pelaje y manos similares a patas, mientras que otros tienen diferencias físicas imperceptibles con los lobos, pero poseen la inteligencia de un humano. La mayoría de ellos permanecen en un punto intermedio.

Los licántropos forman parte de la sociedad y son aceptados como tal. No es raro ver a licántropos humanoides vivir en ciudades o pueblos. Pero la mayor parte de los licántropos viven en campamentos donde se autogobiernan y preservan su cultura y tradiciones. Los campamentos licántropos tienen una jerarquía rígida, celebran numerosos festejos en honor a Lug, y generalmente son hostiles hacia los forasteros. Si eres capaz de convencerlos para que te dejen entrar, los campamentos licántropos son la casa de los mejores cazadores, luchadores y rastreadores de toda Kaltia.

Los humanos son la raza más común, y también la más diversa. No hay una única cultura humana o una sola forma de vida humana. Los Celtas son la raza humana más frecuente en The Waylanders, pero como sede de un próspero imperio con rutas comerciales que se extienden más allá del continente europeo, Brigantia siempre ha sido el hogar de personas con diferentes creencias, nacionalidades, razas y etnias.

Los humanos tienden a tener una lealtad más fuerte hacia su lugar de origen, su cultura y/o su religión que hacia su raza en su conjunto. Pelean entre ellos más a menudo que cualquier otra raza. Las razas inmortales generalmente se sienten confusas por esa falta de unidad, y pueden ver a los humanos como mezquinos, o al menos con una extraña falta de perspectiva y previsión. Viéndolo desde la perspectiva opuesta, algunos humanos consideran que los inmortales están estancados u obsoletos.